La provincia de León tiene una larga tradición en la instalación de mercados y mercadillos, así como en la venta con camiones tienda que abastecen a los consumidores que residen en localidades con insuficiente o nula equipación comercial. Esta modalidad de venta, denominada venta ambulante, debe estar regulada por el Ayuntamiento. Los vendedores deben exhibir, en un lugar visible, la autorización municipal, en la que figurará su identificación y un domicilio para la recepción de posibles reclamaciones. La autorización establece los productos que pueden vender, y el lugar o lugares, horas y fechas en que puede realizar la venta. Los vendedores que carecen de la autorización municipal realizan su actividad de forma ilegal, al igual que es ilegal la venta ambulante en los municipios que no tienen regulada esta actividad comercial. La venta de productos sin control puede llevar al consumidor a situaciones de grave riesgo para su salud, como ya ocurrió en el caso del aceite de colza, o de fraude económico, popularizado por los top manta con la venta de copias ilegales. El ciudadano que cuenta con la venta ambulante como única vía de abastecimiento debe ver respetados sus derechos como consumidor, de la misma forma que aquel que vive en una gran ciudad y dispone de un amplio abanico de comercios permanentes para realizar sus compras. Para que este derecho se haga realidad, es imprescindible que la venta ambulante esté regulada en su municipio y se lleve a cabo un seguimiento y control de esta actividad comercial. Así, aunque no estamos acostumbrados a ello, los productos ofrecidos al consumidor en venta ambulante deben: - Estar debidamente etiquetados - Presentar su precio inequívoco. - Estar en perfectas condiciones y contar con la garantía reglamentaria. En caso de falta de conformidad del producto, el consumidor puede solicitar su cambio o devolución. El establecimiento de venta ambulante debe entregar justificante de la compra, factura si el consumidor la solicita, y disponer de hojas de reclamaciones. Al pedir el cumplimiento de nuestros derechos como consumidores en la venta ambulante, contribuimos también a que exista una competencia leal con los establecimientos comerciales permanentes del municipio, a quienes ya estamos habituados a exigir dicho cumplimiento.