El sistema personalizado de dosificación (SPD) consiste en la actividad farmacéutica mediante la cual el paciente recibe la medicación prescrita por su médico, preparada por la oficina de Farmacia bajo la supervisión y verificación del profesional de Farmacia, en dispositivos tipo blíster, con alvéolos en los que se distribuye la medicación semanal que toma el paciente.
Este servicio ofrece numerosas ventajas para el paciente o su cuidador como son: favorecer la independencia en personas que viven solas; facilitar la organización de tomas; reducir los errores en la manipulación y conservación, problemas asociados a olvidos e intoxicaciones involuntarias, además de optimizar el uso de los medicamentos y así reducir el almacenamiento de medicación en el domicilio, entre otras.