Lugar: La Bañeza
Fechas: Miércoles Santo

Información general

 

Calificada como “singular y llamativa”, la celebración del Santo Potajero se ajusta con claridad a las características de las costumbres más peculiares, arraigadas y antiguas de la Semana Santa bañezana, que se enriquece con el distintivo de Bien de Interés Cultural que ostenta la ermita-capilla de Nuestra Señora de la Piedad.

Cada Miércoles Santo se cumple con la vieja tradición de dar de comer a los pobres, tras la celebración de la misa y procesión de una pequeña imagen del Nazareno, reconocido como el Santo Potajero. El menú siempre es un guiso hecho con garbanzos, arroz y bacalao. De postre una naranja y una pasta. El rito pudo haberse iniciado en el siglo XVII cuando se creó la Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias y Soledad. 

En los inicios de esta costumbre se llamaba "caldo" a la comida que se ofrecía exclusivamente a los presos pobres de la cáracel. La Cofradía se encargaba de asumir los gastos y, en el supuesto de que no tuviera fondos era el juez de la entidad el encargado de pagar de su bolsillo el desembolso que generara el "potaje". El juez además, debía desplazarse a la cárcel para contar el número exacto de comensales y preparar así la cantidad necesaria.

De todos los detalles de la organización del Potaje, el único cambio observado desde sus inicios puede ser la participación. Los presos pobres de la cáracel fueron los primeros destinatarios de la comida. Se amplió después a 12 pobres de la localidad, que debían estar confesados y comulgados para recibir el potaje. En la actualidad el incremento de asistentes ha sido notable, porque la popularidad del evento lleva a la implicación de todas las clases sociales.

 


Organiza: Cofradía Nuestra Señora de las Angustias y Soledad de La Bañeza